DIA 25 DE NOVIEMBRE. CRECER Y VIVIR SIN MACHISMO.
El origen de la violencia contra las mujeres se encuentra en un modelo social basado en la desigualdad y el poder.
El problema empieza en la infancia y la adolescencia. Desde el nacimiento se educa a una niña para ser niña y a un niño para ser niño, reproduciendo modelos de desigualdad y subordinación. Si observamos es fácil encontrar comportamientos en los que lo masculino queda por encima de lo femenino. En los más pequeños aparecen conductas que expresan desprecio hacia lo femenino basándose en su supuesta inferioridad: "pegas como una niña". En la adolescencia también aparecen manifestaciones de abusos o agresiones hacia las chicas tales como el control por los grupos de chicos, los insultos referidos a las labores tradicionalmente realizadas por mujeres (“¡vete a fregar!”), la satisfacción de los propios deseos sexuales sin considerar los de la chica o la justificación del abuso o la violencia física por razón de celos. PREVENIR LA VIOLENCIA ES RESPONSABILIDAD DE TODA LA SOCIEDAD Más información y recursos pinchando en el enlace:
Concejalía de Igualdad